Pinos I y Pinos II son dos obras de características muy similares, que forman una pareja destinada a la decoración del Café Moderno de Pontevedra. En este ejemplo, representa cuatro troncos de pinos, de los cuales tres están rectos, y el cuarto forma una diagonal, crean un juego de superposiciones entre ellos que le permite introducir la perspectiva en la obra. Para este efecto, también utiliza la plasmación de un quinto árbol, en el fondo, para señalar la profundidad y la lejanía. Como es característico en Pintos Fonseca, capta los efectos meteorológicos, mediante la representación de unas nubes grisáceas y plomizas, realizadas con un gran detallismo y veracidad.