Princesa negra, se inspira en su estancia temporal en Cuba, a donde se trasladó desde París en 1939. Ya por aquel entonces, reflejó en sus acuarelas, las estampas del carnaval caribeño, las calles y las mujeres de origen africano.
Princesa negra, se inspira en su estancia temporal en Cuba, a donde se trasladó desde París en 1939. Ya por aquel entonces, reflejó en sus acuarelas, las estampas del carnaval caribeño, las calles y las mujeres de origen africano.
Princesa negra, se inspira en su estancia temporal en Cuba, a donde se trasladó desde París en 1939. Ya por aquel entonces, reflejó en sus acuarelas, las estampas del carnaval caribeño, las calles y las mujeres de origen africano. Realizada en 1961, en México, esta obra responde a una tendencia artística donde el color se convierte en el verdadero protagonista de la composición. Debido a la influencia del colorido mexicano, el cuadro se llena de colores brillantes, luminosos y vivos que saturan el lienzo, al aplicarse con una pincelada breve y pulsante. Esta técnica recuerda a las obras fauvistas que el artista había conocido en Francia y que tanta impresón le habían causado. El trazo empleado crea una atmósfera vibrante que difumina las formas y funde a la figura con el entorno. El amarillo del collar captura la mirada del espectador, que se posa en la figura femenina, co-protagonista, junto al color, del lienzo. Esta mujer destaca por su monumentalidad regia y por su marcado exotismo, tan característico de este artista. La elección de esta racial mujer, remite a las tendencias primitivistas de comienzos de siglo, que el pintor también había tenido posibilidad de conocer y trabajar. El resultado es una obra colorista y llena de referentes de la vanguardias históricas, en un momento en que Souto revisa todas sus influencias y buena parte de su producción anterior, tanto a nivel temática como técnico y estilístico.