En el anverso de este dibujo doble se representa el busto de un hombre, de edad madura, de medio perfil, y realizado con lápices de colores y grafito. El mismo lápiz azul que utiliza para la chaqueta, aparece en la cara mezclado con el naranja, para representar la barba, traduciéndose en un aspecto descuidado. La sensación de profundidad la consigue gracias al sombreado de la zona posterior.
En el reverso hay un estudio de una crátera clásica con la panza estriada y bajo ella, en apaisado, un pedestal troncocónico con motivos figurados. Estos objetos seguramente se recogieron como apuntes durante su estancia en Roma, donde Isidoro Brocos pasó una temporada, visitando los Museos Capitolinos. Sobre estos museos hay una inscripción en el dibujo que los menciona.