Retrato del poeta y escritor Lorenzo Varela, con quien entabló amistad especialmente durante sus años en el exilio en Buenos Aires. El artista incluso llegó a ilustrar las portadas de algunas de sus obras más importantes. Para el retrato, el poeta aparece sedente, con las piernas cruzadas y un cigarrillo en la mano. El estilo sintético, renunciando al realismo y al detalle.