Esta obra, de la que se conserva un boceto en la Colección ABANCA, es uno de los múltiples retratos realizados por Souto durante su exilio en México. Aunque la principal clientela de este tipo de obras eran miembros de la alta burguesía y la aristocracia mexicana, la posición y la vestimenta de la joven recuerdan más a los ambientes de cabaret, que tantas veces plasmó en sus lienzos que a los elegantes retratos de las clases acomodadas. El fondo neutro, en verde oscuro, resalta las carnaciones de la modelo, que captan la luz, procedente de la izquierda. A pesar de que el artista recoge casi la totalidad del cuerpo de la joven, no vemos el asiento, pero sí la mesa sobre la que se apoya la retratada. La cabeza ladeada y el vestido palabra de honor dotan a la imagen de una gran sensualidad, aprendida de los ambientes de bohemia que el artista había conocido en París, y por los cuales quedó cautivado.