En esta ocasión, Milagros, aparece en medio de un torbellino de líneas, con expresión sonriente y ligeramente maquillada. Este dibujo con reminiscencias expresionistas, nos acerca a un Lloréns con voluntad de novedad, de juego. Sin embargo, su dificultad a la hora de pintar la figura humana, hace que sus retratos en lienzo sean muy contados, limitándose a realizar bocetos y pequeños dibujos como el de este ejemplo.