Tras un inicial paso por la pintura de corte más realista, la obra de Emilia Salgueiro (Sober, Lugo, 1950) pronto adquiere un lenguaje conceptual profundo desde un desarrollo poético entorno a una idea lírica del arte y la naturaleza. Sus piezas más características se nos presentan casi a modo de haikus tridimensionales, espacios encapsulados que se expanden más allá de las dimensiones de la pintura y la escultura a partir del uso de la instalación.
Rexeneración I (2002) incluye algunos de los elementos y de los procesos característicos de la obra de la artista en los últimos años, como el diálogo entre materiales, el espacio acotado a modo de pequeñas cajas que nos revela diversos elementos naturales como plumas de aves, etc.
Estamos ante un perfecto ejemplo de esa ampliación de los márgenes del arte de una artista que a modo de tabula rasa desarrolla su propio universo de creación y en donde el espectador tiene que descubrir e interpretar más que el simple “ver”.
Podríamos pensar en la obra de Emilia Salgueiro como una síntesis entre las derivaciones abstractas del surrealismo a partir de los años 50 del siglo XX y todas las nuevas tendencias más arriesgadas –instalaciones, land art, fluxus… - que dominan el panorama del arte contemporáneo desde los años 60 a la actualidad.