El anverso y el reverso pertenecen a dos puntos de vista de una misma escultura. En el anverso, el dibujo está más acabado gracias al sombreado que aplica para resaltar las calidades y volumen de la figura.
El anverso y el reverso pertenecen a dos puntos de vista de una misma escultura. En el anverso, el dibujo está más acabado gracias al sombreado que aplica para resaltar las calidades y volumen de la figura.
El anverso y el reverso pertenecen a dos puntos de vista de una misma escultura. En el anverso, el dibujo está más acabado gracias al sombreado que aplica para resaltar las calidades y volumen de la figura.
Los dibujos representan un desnudo masculino de pie y de frente. El modelo representado es Adonis con clara iconografía clásica. Porta un manto que discurre desde el hombro derecho hasta la cintura opuesta. Los órganos viriles cubiertos por hoja de parra. Pierna izquierda rígida y apoyada en el suelo. La derecha flexionada. El eje parte de la cabeza terminando en el pie izquierdo donde descansa el peso. La postura provoca la inclinación del cuerpo hacia la derecha que es compensada por el apoyo pétreo utilizado. Este apoyo está adornado con volutas aludiendo a formas arquitectónicas.
La mitología atribuye varios orígenes a Adonis, entre ellos uno le hace fruto de amores incestuosos entre Esmirna y su padre Tias. Era tan extraordinaria su belleza y tan perfecto su cuerpo que la propia Afrodita (Venus) se enamoró de él. Ares, el dios de la guerra, también se enamoró del efebo, le echó sobre Adonis un jabalí en una cacería hiriéndolo mortalmente. Este dibujo está tomado del modelo de yeso existente en la Escuela de Artes y Oficios coruñesa, donde Florentina cursó estudios.