En esta pieza, Leiro aúna la idea de objeto y figura humana. Su obra, tiene un referente claro en la escultura popular y en la tradición escultórica gallega, aunque él ha sabido introducir nuevos componentes, que le dan un aspecto vanguardista. La modernidad, se traduce en su obra en el uso de nuevos materiales, e incluso en la integración de recursos estilísticos propios de la arquitectura, de la escultura o, como es el caso, del mueble. En Sileno acarreado por tres sátiros, cuerpo y objeto aparecen ligados, al emplear para representar los sátiros, piezas en forma de silla. La reivindicación del cuerpo está presente en su obra, por ello esculpe a las figuras desnudas, remarcando la policromía de las partes y trabajando la anatomía de los miembros que, aunque reconocibles se transforman y distorsionan. Formalmente carece de prejuicios estéticos, lo que le permite crear un arte más renovador. Sus esculturas son monumentales, pero esto no le impide entablar un diálogo conciliador con el espacio que las acoge, sin transgredirlo.