Retrato de la sobrina de Eva Rodríguez, mujer del artista, que les visitaba en su casa de Perillo, donde el matrimonio Lloréns disfrutaba de sus vacaciones estivales. Mujer de gran belleza, le servirá de modelo en tres ocasiones. En ésta la refleja de perfil, con una mirada luminosa y mirando hacia adelante con una expresión de gran serenidad. El encuadre, muy próximo, se acerca al modernismo, y resulta muy expresivo a pesar de su moderación.