En el anverso de este dibujo, representa personajes masculinos y femeninos, en ocasiones caricaturizados, contemporáneos suyos. En el centro, muy esquemáticamente, apunta un monumento.

En la parte superior del reverso hay una leyenda en francés de difícil lectura, bajo la cual se encuentra una mancha de considerable tamaño y diverso origen. A la derecha, con trazos muy tenues hace un apunte de un personaje de perfil genuflexionado. La mitad inferior la ocupa una posible representación onírica: un personaje masculino con expresión de asombro, harapiento y semidesnudo, que se encuentra sentado bajo el arco de un puente con las piernas y los brazos separados y abiertos. Al personaje lo visita una diosa que flota en el aire portando una flor, que se eleva al cielo. A la izquierda de la diosa, un niño vestido y un ángel desnudo y alado, flotan también asidos a los extremos de una vara. Al fondo de la escena se adivina una ciudad. Al contrario que los anteriores dibujos, este último resulta de mayor elaboración, pero sin dejar de ser un boceto.