Este zodíaco es una representación inusual dentro de la trayectoria de Arturo Souto. En esta obra, el artista representa una bóveda celeste, inundada de estrellas, y dominada por los signos del zodíaco, dispuestos vulnerando su ordenación canónica, dentro de una circunferencia que les imprime un ritmo helicoidal. Compositivamente se caracteriza por el horror vacui y la supresión de los espacios intermedios. Fundamenta el dibujo en una línea indecisa que apenas trasluce la realidad de las formas. El trabajo se completa mediante el color, que es aplicado en pinceladas ligeras y veloces. Mezcla los colores, alternándolos con toques de color puro para dar brillo a las imágenes. El resultado es una representación anómala pero de gran decorativismo.