Castelao nos sitúa en este dibujo en un ambiente de ciudad, seguramente sería Santiago de Compostela, ciudad en la que realizó los estudios universitarios de medicina. El contexto escénico está más cuidado que en otros dibujos, ya que en el texto se refiere a lo que el hombre ve en un pórtico de piedra. La crítica a los caciques es una constante en su obra, aunque pierde actualidad con la posterior llegada del Directorio (muchos de los dibujos llevan la censura ejercida por el Gobierno Militar de Vigo). Aquí hace una comparación de los caciques con la representación escultórica de unos demonios que están devorando a unos niños en el capitel de una columna, de una forma metafórica los caciques también se "comían" a los más débiles. Los contornos de las figuras representadas están realizados mediante una línea con una ondulación muy prieta, que ayuda a dar volumen, ya que es cercana al sombreado. La parte de la izquierda ya está un poco más esquemática, realizada sólo como contexto de ciudad. Tras el pórtico hay una zona de sombra, representada mediante un rayado, con una ondulación mayor que los contornos de las figuras, en gran concentración. La mayor expresividad viene dada en la cara del viejo que hace la reflexión, ya que mira el capitel con una expresión de asombro y con la mano en la barbilla, gesto que caracteriza la tipología clásica del pensador.