De nuevo nos encontramos ante una imagen protagonizada por los niños, verdaderas víctimas de las injusticias que sufren los mayores, caracterizados por la inocencia y la sinceridad que poseen. Castelao intenta mostrar la verdadera vida de su gente, con sus problemas ocasionados por los impuestos, la justicia, el caciquismo... A raíz de esto, una parte importante de la población se vio obligada a emigrar, tanto por motivos económicos como políticos, y muchos de los que aquí se quedaron sufrieron las consecuencias de la miseria y de las leyes en su contra. Utiliza el humor con un hondo pesimismo ante las tristezas de la realidad, traduciéndose en una sátira con la que intentaba llamar la atención a las conciencias cada mañana, en el diario Galicia de Vigo. Hablaba de todos y para todos. En esta escena de amarga ternura encontramos, como en otros tantos dibujos, influencias estéticas de los ukiyo-é y de las publicaciones de ilustraciones de corte modernista, realizadas a principios de siglo en Francia y Alemania. Predomina el uso de la línea contínua con ritmos curvos, la economía de medios, reduciéndose al máximo cualquier elemento decorativo, dando como resultado unas figuras muy sintéticas y esquemáticas, pero caracterizadas con una gestualidad de tal forma que expresan sus sentimientos.