Predominio absoluto de la línea en esta composición, donde la figura femenina sigue siendo un referente claro para el artista. Las figuras son voluminosas, con curvas suaves y formas redondas, desprendiendo esa sensualidad que el artista les infiere. Los cuerpos son encerrados por líneas rectas que a modo de marco aíslan a a cada figura, delimitando su espacio, como si no tuvieran nada que ver unas con las otras. El color aparece en forma de manchas, independiente de la línea, simplemente para dar un toque de alegría a la composición.