El color y la línea son protagonistas por igual en esta composición. Ambos ayudan a crear figuras voluminosas, con formas sinuosas y cadentes, marcando líneas curvas y suaves características de este artista. El tema, tan reiterado por el autor, es el de la mujer, en este caso simbología de la maternidad al aparecer con tres niños. Las ritmos curvos que tienden al círculo complementan esta simbología aludiendo al seno y a la nutrición, es decir, a la mujer como creadora de vida.