Este paisaje marítimo cuenta con muchas de las características principales de los artistas románticos, destacando la pintura de caballete, realizada in situ. Se trata de una obra que busca captar un instante concreto, por lo que en general la pincelada es rápida y se para poco en el detalle. Las tonalidades se mueven en las gamas de ocres a verdosas, pero aportando claridad en lugares puntuales como por ejemplo las olas o parte del cielo.