De pequeño formato, este azulejo destaca por la precisión con la que el artista realiza su obra. Con bastante detalle, Ovidio Murguía se detiene a recrear las briznas de hierba y las hojas y ramas de los árboles. Sin embargo, la pincelada es rápida y despreocupada, como buscando captar un instante concreto, ese momento de atardecer otoñal que quiere representar.