La literatura que versa sobre el mar es un claro referente para Lugrís en las visiones submarinas.
La literatura que versa sobre el mar es un claro referente para Lugrís en las visiones submarinas.
La literatura que versa sobre el mar es un claro referente para Lugrís en las visiones submarinas, las cuales pueden relacionarse con pasajes de las obras de Julio Verne o con las poesías de Manuel Antonio, entre otros. Su labor como ilustrador le facilita la materialización de las imágenes procedentes del mundo literario. De aquí parte su dibujo conciso y su aplicación minuciosa del color, de paleta amplia y tendente a la planitud.
En esta obra, un pez de desmesurado tamaño, con un cuerno en la cabeza y alas en la cola, centra la composición. Su carácter híbrido recuerda la mitología de los pueblos mediterráneos y parece fruto de la tradición popular, de hondas raíces. Sobre su lomo se erige un templo medieval con una torre aneja, centrando la composición y contraponiendo el empuje horizontal del animal fantástico. Tras la arquitectura, emergen unas enormes rocas de perfil puntiagudo y formas redondeadas, bañadas por la luz de la luna, que a su vez es alcanzada por una rama que nace de otra roca, en el lado opuesto de la composición. Como componente amable y totalmente ajeno a la representación fantástica, aparece el hipocampo, otro elemento recurrente en el mundo marino de Lugrís. La línea de profundidad se remarca por un galeón en escorzo, el cual huye del plano medio hacia el horizonte. El resultado es una imagen onírica, de corte surrealista y en cierto modo inquietante, que nos lleva a las profundidades de la imaginación del artista.