Se inicia en el mundo del arte de la mano de Eduardo Rojas, Carlos sobrino y Castelao, colaborando como dibujante en la Sociedade Arqueolóxica de Pontevedra y realizando sus primeras ilustraciones para libros. Gracias a una beca de la Diputación de Pontevedra se forma en Madrid durante tres años, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, instalándose en 1929 en Pontevedra de manera definitiva, empezando a ejercer la docencia.
Serán años muy activos para el en los que se dedique a ilustración de revistas como Cristal, Logos o Spes, también será directivo del Grupo Nacionalista Gallego y participante activo en las campañas de apoyo al Estatuto de Autonomía de Galicia. Tras el Golpe de Estado de 1936 pasa a ser delegado de la Junta Carlista de Guerra y se integra en la comisión depuradora de magisterio de Pontevedra. En 1947 se ordena sacerdote y empieza una carrera eclesiástica, sin abandonar nunca su gusto por la pintura y el dibujo.