Se traslada a Lugo para realizar el bachillerato tras pasar unos años con su familia en Luarca. Con 22 años se traslada a Barcelona para continuar sus estudios artísticos, momento en el que la pintura se vuelve su principal medio de expresión, empleando la fotografía y el cómic como la mayor influencia.
Retorna a Galicia en 1990, asentándose en Corcubión. Será en este momento en el que comience a experimentar con la escultura, partiendo de la figura humana o animal, como referencia para sus obras. Sus materiales, siempre vinculados a lo natural y a la tradición, oscilan entre el hierro, la cerámica o la piedra. A partir de aquí inicia una etapa expositiva muy activa, pasando a formar parte de destacadas colecciones públicas y privadas.