«―Eu non lle digo á miña muller que morreu a sua abó …
―¡Qué sabes da aboliña?
―Está-che moi ben
―¿Sabes algo de aboliña?
―Está-che como sempre
―¿Qué sabes de aboliña?
―Ainda onte recibín carta d’ela …»
«―Eu non lle digo á miña muller que morreu a sua abó …
―¡Qué sabes da aboliña?
―Está-che moi ben
―¿Sabes algo de aboliña?
―Está-che como sempre
―¿Qué sabes de aboliña?
―Ainda onte recibín carta d’ela …»
En este dibujo Castelao hace gala de su humor, y nos presenta a un marido que miente a su mujer por no causarle dolor. La abuela de la esposa fallece y el marido no se lo cuenta, con lo cual, los años van pasando y los dos van envejeciendo hasta llegar a ancianos, y el marido le sigue diciendo a su mujer que su abuela está muy bien, cuando es evidente que debió fallecer ya hace muchos años. Como ya mencionamos en anteriores ocasiones, Castelao era muy dado a introducir cierta enseñanza o moraleja en sus dibujos. En este caso el dibujante ironiza acerca del temor a afrontar la realidad que parece propio de los gallegos. Este ejemplo hace gala de un coformismo que el autor critica en numerosas ocasiones, llegando a emplear una frase popular que recoje a la perfección el carácter pusilánime del pueblo gallego: mexan por nós e temos que decir que chove. La escena se desarrolla en varias viñetas, a modo de tira cómica. Mediante un trazo firme y continuado nos presenta la evolución física de los personajes por la que apreciamos el paso del tiempo.
Estos dibujos fueron realizados entre los años 1922/24 y publicados en el periódico vigués Galicia.