Holyrood XVII

Holyrood XVII pertenece a una serie de treinta cuadros todos con las mismas dimensiones (42 X 200), técnica y punto de vista escogido. En ella Roberto González representa una panorámica que descubre en Enero de 1977, en el número 24 de Regent Terrace de Edimburgo.

  • Roberto González Fernández
  • 1992
  • Pintura
  • Óleo sobre lienzo pegado en tabla
  • 260
  • 42 x 200 cm
  • Colección de Arte ABANCA

Holyrood XVII pertenece a una serie de treinta cuadros todos con las mismas dimensiones (42 X 200), técnica y punto de vista escogido. En ella Roberto González representa una panorámica que descubre en Enero de 1977, en el número 24 de Regent Terrace de Edimburgo. Holyrood es un espacio de esta ciudad, conformado por la abadía, el palacio y el parque, un lugar particular inaugurado por el rey David I en 1128 que atesora una reliquia de la Santa Cruz. El parque, además, está coronado por Arthur's Seat, un volcán que entró en erupción en hace 325 millones años. Todos estos componentes convirtieron Holyrood en un ideal de lugar romántico, en el siglo XIX.

El lienzo representa la vista recurrente en verano y con un hombre de espaldas que tapa su cara. Se trata de un paisaje simbólico alejado de cualquier realidad tangible, aunque inspirado en sus propias vivencias. Los protagonistas son personas del ámbito privado del autor y el panorama está ligeramente idealizado para adaptarlo a unas necesidades de composición. El dibujo trata de ocultar el trazo potenciando la gradación tonal del conjunto, y capta la riqueza plástica de ese panorama según el periodo estival, con colores cálidos. La luminosidad del fondo contrasta con la oscuridad predominante del primer plano que circunda al hombre desesperado. De este modo el paisaje se convierte en proganista de la obras, pero matizado por la experiencia del personaje. En esta serie encontramos siempre dos planos muy diferenciados, el destinado al paisaje y aquel para personajes. Las imágenes de sus cuadros tienen origen en tomas fotográficas. Utiliza con esa luz directa-natural o artificial que anula los matices, las gradaciones de color y potencia los efectos puros y nítidos. Son "imágenes para un recuerdo que no se vive como añoranza sino como presente", y por tanto una reflexión sobre el paso del tiempo a través del cambio estacional. 

Esta serie fue retomada en 1993 en On the move como fundamento a la temática del cuadro donde muestra los movimientos a los que somete los cuadros en su casa de Madrid.