Esta obra, de influencia pop es, en realidad, una reivindicación de la condición femenina por parte de la artista. Álvarez Pablos recurre a la ironía e iconografía pop, para referirse a los roles impuestos a las mujeres por la sociedad.
Esta obra, de influencia pop es, en realidad, una reivindicación de la condición femenina por parte de la artista. Álvarez Pablos recurre a la ironía e iconografía pop, para referirse a los roles impuestos a las mujeres por la sociedad.
Esta obra, de influencia pop es, en realidad, una reivindicación de la condición femenina por parte de la artista. Álvarez Pablos recurre a la ironía e iconografía pop, para referirse a los roles impuestos a las mujeres por la sociedad.
El fondo de color neutro une a dos figuras, a la derecha la Pitufina, personaje de una conocida serie de animación de los 80, que aparece envuelta en una polvareda. Su imagen está realizada mediante la conjugación de los tonos blancos y azules típicos de estos dibujos, mientras el contorno se resalta con una densa línea negra de ascendencia expresionista. A la izquierda una niña vestida al estilo años 20, barre levantando el polvo, que une ambas partes del lienzo. Esta figura se representa como un negativo en color azul plano, sobre el que se superponen formas rectangulares de colores oscuros que atrapan la imagen en el lienzo. La autora subraya la duplicidad de la superficie pictórica, a través de dos personajes, la niña y la Pitufina, y un tratamiento pictórico diferente para cada uno de ellos. Este juego de contrarios sirve para confrontar poéticas que coexisten sin límites, entre la sugestión de lo real y la densidad abstracta del espacio.