El paisaje, es el protagonista de la obra de Morquecho, y el contacto directo con las naturalezas que representa, despiertan en él un espíritu viajero. Visita en varias ocasiones Finlandia, con la que mantiene una relación muy especial. Fruto de este idília, surgen paisajes como Lago, Finlandia. En esta ocasión, el lugar elegido por el artista es un lago rodeado de una frondosa vegetación. El pintor trata de reproducir su primera impresión mediante manchas de color y una pincelada suelta y veloz. Capta así una realidad, previamente tamizada por el filtro de sus sensaciones. Debido al subjetivismo que imprime a sus paisajes, podría decirse que son un compendio de realidad y fantasía. E lago, es aprovechado como espejo, reflejando la vegetación, de un color verde intenso, mientras la gama de azules es utilizada para el cielo y el agua, llenando el cuadro de contrastes cromáticos y lumínicos.