Las diversas fases del cubismo y las distintas direcciones que había tomado el movimiento evolucionaron hacia el cubismo sintético, del que Juan Gris se convirtió en su más destacado representante.
Las diversas fases del cubismo y las distintas direcciones que había tomado el movimiento evolucionaron hacia el cubismo sintético, del que Juan Gris se convirtió en su más destacado representante.
Las diversas fases del cubismo y las distintas direcciones que había tomado el movimiento evolucionaron hacia el cubismo sintético, del que Juan Gris se convirtió en su más destacado representante. El estilo cubista proclamaba una pintura plana, bidimensional, ajena a la tradición de la perspectiva y del claroscuro y alejado de la representación de la naturaleza, centrándose en una gama temática muy limitada, tal y como ocurre en este ejemplo de naturaleza muerta. Estas composiciones se creaban a partir de objetos cotidianos que, agrupados sobre una mesa, ocupaban el primer plano con una ausencia total de profundidad. La teoría del cubismo se fue formando a través de las reuniones que tenían lugar en París en el edificio conocido como "Bateau-Lavoir", donde vivían Picasso, el escritor Max Jacob y Juan Gris y a las que asistían también Matisse, Diego Rivera, Cocteau y Apollinaire, quien publicaría Les peintres cubistes en 1913. También tuvo especial importancia la figura del marchante Daniel-Henry Kahnweiler, cuya galería se convirtió en el centro difusor de este movimiento, a quien perteneció originariamente este cuadro.
En la obra se observa ya un cubismo dulcificado, como un recuerdo romántico de dicho estilo. Aparece un retorno al orden donde la figuración vuelve a recobrar protagonismo frente a la geometría. Este bodegón postcubista, heredero de la tradición y que mira a las naturalezas muertas de Zurbarán, muestra esa vuelta al clasicismo donde las formas abandonan la planitud gracias a los volúmenes y al claroscuro, dotando la obra de un mayor naturalismo y serenidad. El color alcanza una mayor fuerza expresiva frente a las frías tonalidades que aparecen en anteriores lienzos. Se recupera la profundidad mientras que el conjunto de elementos, cada vez más reducido, se presenta sin ensamblarse sobre una mesa, ocupando su propio espacio y respondiendo a un ritmo estructural.
Juan Gris es, junto a Pablo Picasso y Georges Braque, uno de los principales artífices del movimiento cubista y sus obras son consideradas piezas clave en el desarrollo del movimiento. Por este motivo, en la actualidad está considerado uno de los artistas más destacados internacionalmente, reconocimiento del que ha disfrutado ya en vida a través tanto de los más prestigiosos marchantes del momento como de los coleccionistas y de los artistas coetáneos.