Esta pieza de Ovidio Murguía presenta la particularidad de que su soporte sea un azulejo, dispuesto en posición romboidal en la que se representa una escena marinera. El artista no cubre la totalidad del soporte ni se esfuerza por darle un acabado perfecto, si no que el dibujo aparece como una mancha en el centro de éste. La imagen principal sería el barco que aparece en un primer plano, completando la escena otro barco más alejado y las montañas que surgen del horizonte.