La política y la desconfianza del pueblo son algunos de los temas más recurrentes de Castelao en este periodo, criticando aquí la guerra de Marruecos. Uno de los personajes de la escena comenta que su hijo ha muerto en la guerra de Marruecos y que él ni siquiera sabe el motivo de esa guerra. Como sucede en la mayoría de las guerras, el pueblo se ve obligado a luchar sin saber en muchas ocasiones el por qué. Y como siempre la respuesta la tienen los dirigentes políticos, los gobiernos, que son siempre los que comienzan las guerras a menudo por motivos que suelen ser de carácter económico. Motivos incomprensibles para el pueblo que resignado se ve obligado a luchar por algo que no comprende y que no debería afectarle. El diálogo es entre dos campesinos, reflejando con ello Castelao que por lo general las clases menos favorecidas son las que siempre tienen las de perder, aunque en una guerra pierde todo el mundo. El dibujo sigue en la línea esquemática de los demás, aunque aquí se recrea un poco más en el paisaje, simplemente para enmarcar la escena en el contexto rural para que entendamos la situación. Castelao acerca a los protagonistas a un primer plano y mediante los rasgos físicos de los mismos, logra transmitir incluso la tristeza y desolación por la muerte de un hijo.