Muller de camiño (1934) es el retrato de una campesina tocada con un pañuelo que anuda al cuello. Es una obra realista en la faz curtida, en la expresión concentrada, en la tez marcada por el esfuerzo.
Muller de camiño (1934) es el retrato de una campesina tocada con un pañuelo que anuda al cuello. Es una obra realista en la faz curtida, en la expresión concentrada, en la tez marcada por el esfuerzo.
La figura de Carlos Maside (que nació en Cesures, 1897) ocupa un lugar principal en la pintura de la primera mitad del siglo XX. Ejerció durante la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República un indiscutible liderazgo intelectual que contribuyó a la configuración de la vanguardia gallega e inició junto a Arturo Souto y Manuel Colmeiro la formación de un espacio propicio para la renovación pictórica, por el que discurrieron después otros creadores. Carlos Maside fue también nexo de unión entre la llamada generación española del 27 y la gallega de la IIª República conocida como la de El Pueblo Gallego. Defensor de los principios democráticos y republicanos fue represaliado y vivió durante el franquismo en el exilio interior. Dedicado a la pintura en sus estudios de Vigo y Santiago de Compostela, murió en esta ciudad en 1958.
En los años treinta -Muller de camiño, 1934- Maside pensaba que toda la energía del tiempo presente debía generar una pintura nueva. Una de sus mayores aspiraciones era la de pintar grandes escenas para los edificios públicos que representasen los trabajos colectivos, las fiestas, los ritos, las costumbres de la cultura propia, entonces mayoritariamente agraria y campesina, por lo que ciertas obras de este momento podrían haber sido proyectos de mural.
Muller de camiño (1934) es el retrato de una campesina tocada con un pañuelo que anuda al cuello. Es una obra realista en la faz curtida, en la expresión concentrada, en la tez marcada por el esfuerzo. Maside determina en esta las condiciones que cumple la realidad para ser realidad. Pero paralelamente establece las categorías pictóricas: forma, luz, peso, calidad, integridad, unidad que deben estar presentes en el cuadro, y cada categoría de la realidad introduce un problema en la realización pictórica. Muller de camiño es una obra realista y mucho más. El haz de luz que envuelve desde el fondo a la mujer, los vivos colores, la utilización del bermellón y los dorados, cromatismo reservado en la tradición artesana a las figuras de reyes y santos, simbolismo de perfección, son apropiados por Maside como signo aparencial que haga resaltar en los perfiles campesinos, el carácter sacral de los valores genuinos que los reductos populares conservaron a lo largo del tiempo.
Muller de camiño se expuso por primera vez en 1938, en Vigo, en el Salón del Faro de Vigo, exposición que fue clausurada recién inaugurada, por la autoridad competente. Constaba de doce óleos, cuatro gouaches, diez estampas campesinas, tres estampas marineras, una estampa de la ciudad y tres grabados. En 1966 Muller de camiño fue seleccionada con otras noventa y cinco obras de Maside para la exposición Homenaje a Carlos Maside que recorrió las capitales gallegas entre 1966 y 1967. Rafael Dieste dio el nombre Muller de camiño a esta obra para la citada exposición.
Mª Esther Rodríguez Losada