"La pieza pertenece a una serie (todavía en proceso) de obras en torno al estudio y profundización de la simbología de la montaña. En este caso la obra representa una estructura compuesta de cinco afilados y puntiagudos triángulos en sucesión y unidos en su base a modo de cordillera. Es precisamente el acabado alquitranado, rezumante de brea de este esquemático sistema montañoso el que ha establecido el paralelo con la imagen sugerida por el texto: en el reino tartáreo. Este título está tomado del libreto de la Ópera Orfeo de Claudio Monteverdi; con estas palabras (nel tartareo regno en el original italiano) se refieren los personajes de la ópera al espacio físico de los infiernos, el reino de Plutón. La obra podría considerarse a su vez como parte de un grupo, inexistente, de bocetos escenográficos para una hipotética representación de dicha ópera".

Las obras de Orza están entre los límites de la pintura y la escultura, ya que la combinación de ambas disciplinas, en el lienzo, da como resultado composiciones tridimensionales, que bien podrían aumentarse y ocupar plenamente el espacio, si efectivamente se materializase en atrezzo para una una representación. En sus primeras experiencias plásticas, la intervención del artista sobre el material no es visible (bastidores recubiertos de telas transparentes...) pero con el tiempo, la manipulación es mayor, aunque sutil. Una serie importante en su trayectoria son las denominadas "obras-máquinas", sobre las que trabaja actualmente. Decide designarlas así debido a que "las piezas tienen la capacidad de interactuar con los espectadores tal como lo hacen las máquinas, cumplen un cometido, aunque este se defina de manera mediática". 1

1 FRANCO, C.: "Revisar el presente", en La Voz de Galicia (31/01/2004).