«O sapo -¡Si souperas a morte que ch’espera non comias tanto!»

«O sapo -¡Si souperas a morte que ch’espera non comias tanto!»

Otros de los protagonistas en la obra de este artista son, sin duda, los animales, llamados por Castelao "animaliños de deus", a los que humaniza, dotándolos del sentido que no tienen muchos de los hombres. En este caso realiza un humor de contrapuestos: el ingenio del sapo y la ignorancia del cerdo, que vive sin saber lo que le espera después. La expresividad se concentra en el texto, reduciéndose el dibujo a puras líneas, muy sintéticas, que dan como resultado unas figuras planas, sin volumen y sin apenas contexto escénico. Sólo en el fondo, se puede intuir una casa entre colinas, realizada con cuatro líneas de trazo continuo.

Estos dibujos fueron realizados entre los años 1922/24 y publicados en el periódico vigués Galicia.