Sin título

La figura femenina aparece como elemento fundamental, centrando la composición. La mujer está de nuevo presente como símbolo de volúmenes puros, de formas simples y compleja geometría. El cuerpo femenino se deja dominar por cruzadas tangentes, y por ritmos de curvas que tienden al círculo con su simbolismo de nutrición y fecundidad. La línea cobra protagonismo marcando siluetas sinuosas y elegantes ritmos, cuya importancia estética se ve potenciada por la complementación del color, que aparece como elemento integrador.

 

  • Felipe Criado
  • 1998
  • Grabado
  • Acuarela y tinta china sobre papel inglés montado sobre plancha de celulosa
  • 701
  • 41,5 x 52 cm
  • Colección de Arte ABANCA

La figura femenina aparece como elemento fundamental, centrando la composición. La mujer está de nuevo presente como símbolo de volúmenes puros, de formas simples y compleja geometría. El cuerpo femenino se deja dominar por cruzadas tangentes, y por ritmos de curvas que tienden al círculo con su simbolismo de nutrición y fecundidad. La línea cobra protagonismo marcando siluetas sinuosas y elegantes ritmos, cuya importancia estética se ve potenciada por la complementación del color, que aparece como elemento integrador.