Bodegón de gran riqueza colorista y personalidad gallega, marcada por la presencia de la cerámica de la Real Fábrica de Sargadelos. La composición se basa en dos diagonales que se cruzan formando un aspa. Una de ellas, conduce al espectador hacia las escaleras del ángulo superior derecho, donde se encuentra el punto de fuga del cuadro. La otra, está marcada por los ejes verticales del garrafón y de la escultura de Venus, y conduce nuestra mirada hacia el mantón de la pared. La venus, protagonista del cuadro, es el punto de encuentro de las dos diagonales, centrando la composición y dividiendo el cuadro en partes iguales. La luz, muy contrastada, se concentra alrededor de la garrafa y las jarras, mientras los reflejos cobrizos de los jarros y la utilización del vidrio a modo de espejo, nos introduce en la intimidad del estudio.